El Portalón y la Burullería

May 15, 2009

GUI IV-102.02 Calle Correría, ca 1929. Autor, E.Guinea. AMVG

Enrique Guinea/Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

 

Portalón y Burullería

En la fotografía antigua de Enrique Guinea vemos, en la parte izquierda, la casa “del inmenso portal casi cuadrado” citada por Becerro de Bengoa en su trabajo Vitoria a principios de siglo (se refiere al XIX). Ese edificio de la calle Correría, que se debiera llamar Correería por su etimología de correa, conocido como el Portalón estaba en estado ruinoso hasta que en la década de los cincuenta del siglo XX fue restaurado por la Caja de Ahorros Municipal. En la parte derecha, las casas derribadas donde actualmente está la plaza de la Burullería, fruto de la rehabilitación de esa zona del casco medieval según proyecto de los arquitectos José Luis Azcárate y Luis Navarro con la colaboración de la también arquitecto Isabel Martí. En ellas hubo un estanco y la taberna de Alfonso Martitegui, esta última en la esquina con la calle Chiquita.

A la hora de elegir el nombre para el espacio resultante de la profunda transformación realizada en la década de los ochenta, se quiso recordar un antiguo barrio gremial allí existente. Ese nombre ha sido y sigue siendo objeto de diversas controversias con opiniones para todos los gustos. La elección no era fácil: Brulleria, Barulleria, Burulleria, Burelleria… eran nombres a tener en cuenta por su aparición en diversos documentos y publicaciones. Era un barullo de nombre. En esa época, Pilar Aróstegui, archivera municipal ya fallecida, publicó un interesante artículo sobre esa denominación y su origen, publicado en el Boletín de Información Municipal correspondiente a Mayo-Agosto de 1984. En él hace tanto citas históricas como etimológicas. Veamos un resumen de esos y otros datos. En  un libro publicado en 1863 titulado  Reseña histórica del antiguo obispado alavense se puede leer la expansión de la villa en el siglo XIII, con la creación en dos épocas distintas de las seis primeras calles  quedando despoblado el sur  y el norte. Menciona que la parte norte no tardó en poblarse, tirándose la muralla y dándole a esta nueva población los nombres de Burulleria y Barrencalle.Según esto, el barrio de la Burullería dataría del siglo XIII. Tomás Alfaro en «Vida de la Ciudad de Vitoria»  también la cita pero escribiendo, quizá por confusión, «Barullería» en lugar de «Burullería» y desplazándola al lugar «luego llamada Barrencalle y, por fin, Barrancal». También la trata como calle de corto trecho y no como barriada.

José María de Azcárate al hablar de la Catedral de Santa María en el Catálogo Monumental de la Diócesis, cita un documento en el que figura que en 1540 se abre en la Colegiata la «Puerta de la Brullería». El mismo año, nos desvela Pilar Aróstegui, figura en el libro del Concejo de la Ciudad un acuerdo para empedrar la calleja que sube desde la «Burellería», esta vez con «e», hasta la Villa de Suso. Esta denominación es de origen gremial. Hay varios documentos del siglo XV, donde figuran las profesiones de «burulleros» o «brulleros». Sobre el significado de la palabra, Resurrección María de Azkue, en su diccionario Vasco-Español-Francés, cita la palabra Buruile como el lino más ordinario, en euskara vizcaíno de Orozco. Koldo Mitxelena recoge en el suyo la acepción de Azkue, pero amplía el significado a la voz «burullería», del vocabulario navarro, definiéndola como la artesanía de tejer paños, telas bastas y sacos. También dice que procede de la antigua lengua charlina o romance occitano que se hablaba en el primitivo Burgo de San Cernin, en Pamplona, habitado por francos procedentes del Bearn.


La Estación del Norte

May 15, 2009

GUI II-05.07 Estación del Norte. Autor, E.Guinea. AMVG

Enrique Guinea/Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

 

Estación del norte

La construcción de la línea del ferrocarril del norte con el asentamiento de su estación en el lado sur de la ciudad fue un hecho determinante para la configuración del ensanche neoclásico hacia esa zona, actual centro de la capital.

Tras un complicado proceso, con paralizaciones de obras incluidas por aparición de nuevos proyectos mientras se estaban realizando, en abril de 1862, se autorizaba en Madrid la puesta en explotación de la sección de la línea del ferrocarril entre Miranda y Olazagutía en el que estaba incluido todo el tramo alavés. El 20 de julio de 1862, tres meses después de terminado el tramo hasta Olazagutía, pasaba el primer tren. Para entonces, la primitiva Estación del Norte estaba construida. En mayo de 1857, se enviaron unos planos oficiosos al Ayuntamiento puesto que todavía no se conocía su emplazamiento definitivo, lo que sucedió en julio de 1858. El proyecto era del ingeniero francés Letourneur y constaba, como vemos en la fotografía antigua, de un pabellón central de dos plantas y cuerpos laterales de una sola planta, entre los que se repartían los distintos servicios. El 9 de junio de 1861, una año antes de que se terminase la línea, se procedió al primer ensayo con una locomotora en la entonces nueva estación. Tuvo lugar a las cuatro y media de la tarde, solicitándose del Ayuntamiento dos alguaciles para evitar los problemas de aglomeración que podía producir tan novedoso evento.

En 1928, se iniciaron los trabajos para la construcción de la actual estación, encontrándose con numerosos impedimentos. Uno de ellos, fue el derribo de un pabellón que existía en el actual andén de las vías 2 y 4, retrasando la construcción de las marquesinas y los pasos subterráneos entre andenes. En la revista de Celedón de 1933, el contratista Alfonso Andolz se quejaba diciendo que si fuese por él, ya se hubiera podido pasar de la plazuela de la Estación al paseo de Pí y Margall, nombre que ostentaba en aquella época el actual de la Universidad, anteriormente, Marqués de Urquijo. El 19 de diciembre de ese año se inauguraba oficiosamente la estación sin acabarse del todo, realizándose la inauguración oficial y definitiva el 28 de abril de 1935.


Los almacenes de pequeña velocidad

May 15, 2009

ARQ 3023.01(1) Edificios en la Estación del ferrocarril, 1968. Autor, ARQUÉ. AMVG

ARQUE/Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

 

Estación pequeña velocidad

La fotografía antigua, realizada por Arqué, muestra un aspecto desaparecido de la estación del Norte: los muelles y almacenes de Pequeña Velocidad. Tenían su acceso para entrada y salida de mercancías por la calle de Los Fueros. Con su desaparición en 1994, al trasladarse este servicio de mercancías de la estación a Jundiz, se renovó  toda esa zona de la ciudad con la calle dedicada al arquitecto José Erbina ya fallecido, pero cuyo nombre se le otorgó en vida, y el paso subterráneo de la calle de los Fueros. También se construyó el edificio que se ve en la foto actual que estaba destinado a cafetería y restaurante. Surgieron muchos problemas, tanto legales de construcción como por la falta de licitadores para su explotación. Si bien lo mejor hubiera sido que hubiese quedado en manos de la piqueta, dada su dudosa estética, recientemente se ha adjudicado el contrato para el derribo de parte del muro. Parece ser que el destino de la edificación será para el Servicio de atención a la infancia aunque también se había barajado como sede del DEMSAC.


La fábrica de velas

May 15, 2009

GUI VII-140.02 Casa de Gauna, calle Manuel Iradier. Autor, E.Guinea. AMVG

Enrique Guinea/Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

 

Fábrica de velas

La calle de Los Fueros no tuvo su configuración actual hasta el día 11 de diciembre de 1929, fecha en se produjo un acuerdo municipal por el que se unificaban los tres tramos diferentes en los que estaba dividida. Estas tres vías públicas eran la calle del Resbaladero, la plaza de la Independencia y la primitiva calle de los Fueros, antes del Mediodía. En el acuerdo, que también afectaba a las calles de Postas e Independencia que estaban en circunstancias parecidas, se decía: «quedando así calles de importancia, que por su uniforme alineación pueden tener perfectamente un solo nombre, sin solución de continuidad, con numeración correlativa».

El tramo comprendido entre la calle de la Independencia y las vías del tren fue el que se denominó el 12 de octubre de 1887 calle de los Fueros que como hemos visto, posteriormente, se amplió a todo el resto de la calle. Hasta entonces, desde el 21 de agosto de 1867, se había llamado calle del Mediodía. En la antigua fotografía de Enrique Guinea, vemos uno de los tantos edificios que han sufrido una profunda transformación. Situado en la esquina de esta calle con la de Manuel Iradier, estuvo en él la fabrica de velas y chocolate de Quintín Ruiz de Gauna, establecida en 1840 y desaparecida en 1978. En la actualidad alberga al bar restaurante Casa Felipe. La fotografía muestra la casa como la proyectó el arquitecto Fausto Íñiguez de Betolaza en 1907. 

 


La primitiva calle Díaz Olano

May 15, 2009

LFM 304.4(5) Avenida del Generalísimo, actual Gasteiz, 02.09.1961. Autor, S.Arina. AMVG

Santiago Arina/Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz 

 Avenida Gasteiz (Armentia y Corres)

Es indudable que la «avenida», como popularmente se la conoce, es una de las referencias fundamentales de Vitoria-Gasteiz para propios y forasteros. Su trazado estaba contemplado ya en diversos proyectos de ensanche. Uno de los aspectos más importantes del Plan General de Ordenación Urbana aprobado en 1956 fue el establecimiento de una gran vía que sirviera de eje principal Norte-Sur.

Hacia el año 1924, un dinámico contratista vitoriano, Hilarión San Vicente, embocinó por su cuenta y riesgo 25 metros del río Abendaño, rellenó un desnivel de siete metros y adquirió unas casitas en estado ruinoso con la intención de urbanizar debidamente aquel lugar. Con ese fin, solicitó en el año 1926 autorización para construir unas casitas de una planta. Estas edificaciones estaban situadas en la primera manzana izquierda de la actual avenida. La calle, debido a su carácter, fue denominada «Particular Hilarión San Vicente». En 1947, se reconoció oficialmente el nombre de calle Hilarión San Vicente, suprimiéndose la palabra «particular». En 1950, el anciano contratista donaba al Ayuntamiento la calle, que medía 3531 metros cuadrados, una vez urbanizada. En 1954, el Ayuntamiento aprobaba dar el nombre de la calle al pintor Díaz Olano. La hija de Hilarión San Vicente solicitó en vano del Ayuntamiento que le fuera restituido el nombre.

Al aprobar el Plan General de 1956, se vio la necesidad de dar un nombre a la gran vía que formaba el eje Norte-Sur. Se barajaron varios nombres, entre ellos el de «Gran vía de los pintores alaveses», pero, en sesión de 8 de junio de 1960, se optó por que la denominación fuera «Gran vía del pintor Díaz Olano» en recuerdo del insigne artista y profesor de pintura y dibujo de la Escuela de Artes y Oficios, Ignacio Salvador Díaz y Ruiz de Olano. En esa época se procedió a canalizar el río Abendaño, que impedía la prolongación de la nueva vía pública. En la fotografía, realizada precisamente desde el lugar por donde cruzaba el río, vemos el aspecto que tenía esta parte de la avenida un año más tarde de la canalización del río. La fábrica que se ve a mano izquierda es la de maquinaria de Armentia y Corres, que estaba situada entre la actual plaza de Gerardo Armesto y la calle Adriano VI.

Poco duró la calle con el nombre del pintor Díaz Olano, ya que en 1964, viendo la relevancia que tenía el nuevo vial, se cambió el nombre de la Gran Vía por el de Avenida del Generalísimo Franco, hasta que en 1979 recibió el nombre actual de Avenida de Gasteiz.


Iba a llamarse calle de Serafín Ajuria

May 15, 2009

LFM 249.6(1) Ajuria, 01.12.1960. Fábrica de Ajuria, 01.12.1960. Autor, S.Arina. AMVG

Santiago Arina/Archivo Muncipal de Vitoria-Gasteiz

 

Avenida de Gasteiz (Ajuria)

En 1960, se decidió que la avenida proyectada para el eje Norte-Sur se llamase  Gran Vía Díaz Olano. Esta denominación, supuso el traslado de otra calle allí existente, además de la que ya se llamaba Díaz Olano al principio de la futura avenida. A pesar de que no era ni siquiera un camino, como se puede apreciar en la fotografía antigua, estaba proyectada y tenía el nombre oficial de Serafín Ajuria desde 1942. El lugar no podía ser más apropiado, puesto que era uno de los laterales de su fábrica. Con el cambio de 1960, la calle Serafín Ajuria pasó a ser la que conocemos actualmente, situada en el lateral opuesto de la empresa. Esta fábrica, que ocupaba todo el espacio entre Adriano VI y Beato Tomás de Zumárraga, había sido inaugurada en 1902 con el nombre de «La Metalúrgica vitoriana», la popular «Meta». Estando en quiebra, fue adquirida en 1910 por Serafín Ajuria y Segundo Aranzábal, que en 1914 la convirtieron en «Ajuria y Aranzábal, S.A.», situación en la que permaneció hasta 1927, año en que se convirtió en «Ajuria, S.A.», al desvincularse los hijos de Segundo Aranzábal de la empresa. La industria de Ajuria permaneció en esa ubicación hasta mediados de la década de los setenta.

La urbanización de la avenida, dejó al descubierto su importancia, como demuestra el hecho de que en 1964, se le despojase del nombre del pintor Díaz Olano para cambiarlo por el del Generalísimo Franco, nombre que hasta entonces ostentaba la actual calle Diputación Foral de Álava. También se cambió lo de Gran vía por Avenida. El nombre actual de Avenida de Gasteiz le fue otorgado el 31 de julio de 1979, en la misma sesión en la que se suprimían otros nombres relacionados con el régimen franquista.


La casa de Vivié

May 14, 2009

GUI I-08.17 Calle Vicente Goicoechea. Autor, E.Guinea. AMVG

Enrique Guinea/Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

 

Catedral Nueva-Brigidas

La fotografía antigua está realizada a principios del siglo XX más o menos desde el lugar donde   actualmente están las escaleras de la entrada principal de la Catedral nueva de Mª Inmaculada, Madre de la Iglesia. El edificio que se ve en la fotografía estaba situado en el centro de la actual entrada a la calle Vicente Goicoechea y estaba adosado al frontis de un juego de pelota de pared derecha que existía desde 1821 y que se ve a la derecha de la fotografía. De cancheros ejercían los miembros de la familia Vivié que regentaban un café y casa de comidas en el edificio mencionado que daba también a la calle Magdalena por su lateral izquierdo. La estructura de la que luego se llamaría calle Vicente Goicoechea era hasta 1906 completamente distinta. La existencia de este inmueble y el frontón hacía que no fuera una la calle, sino dos. Los actuales pares, eran la llamada calle del Juego de Pelota, que en 1916 cambió su nombre por el de Vicente Goicoechea, en honor al gran músico alavés de Ibarra de Aramayona fallecido aquel año. Los impares, pertenecían a la calle de las Cercas Bajas que entonces comenzaba en la calle de la Magdalena con un paso muy estrecho entre dos casas, que mirando con muchísimo detalle se puede apreciar en la imagen de Enrique Guinea. Para la construcción del juego de pelota, el Ayuntamiento adquirió tres casas con sus correspondientes huertas a Francisco Javier María de Urbina (marqués de Aravaca), Prudencio de María de Verástegui y a los siete escribanos de la ciudad (individuos del patronato de San Lucas). Al derribarse el frontón se construyó un pabellón para las obras de la catedral nueva. Paralizadas las obras de ésta y demolido el pabellón, se acordó en 1928 que la calle fuese única con el nombre de Vicente Goicoechea, iniciándose la de las Cercas Bajas como la conocemos en la actualidad, si bien hasta mediada la década de los cincuenta hubo al final de la calle unas viejas edificaciones dando casi a la parte trasera del Palacio de la Diputación que recordaban la antigua constitución de la calle.


La Industrial Alavesa

May 14, 2009

THER 04 Industrial alavesa, 1900. Autor, T.Hernández. AMVG

Teodoro Hernández/Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

 

La Industrial

 Entre los viejos vitorianos es muy normal llamar «La Industrial» al antiguo barrio del Prado. Esa denominación procede del recuerdo de una fábrica hace muchos años desaparecida, de la que quedan unas edificaciones rehabilitadas.

La Industrial Alavesa nació con el siglo XX. Inicialmente se dedicó a la elaboración y venta de productos para carruajes y monturas.  Su primer gerente fue Ecequiel Peciña, que años después triunfaría con una empresa propia: Sierras Alavesas.

La vida de «La Industrial Alavesa» fue corta y turbia. En 1905 fue destituido el gerente y la Junta General ordenó que se investigase y exigieran las responsabilidades oportunas de su gestión. En la memoria presentada a finales de 1906 se daba cuenta de que siguiendo dicho acuerdo se le había denunciado ante el juzgado por estafa. Igualmente, se procedió a la suspensión de los trabajos y despido del personal. Hubo distintos intentos de rehabilitar la empresa, pero fracasaron. En 1910, se celebró el juicio contra el antiguo gerente Ecequiel Peciña, siendo la sentencia absolutoria.

Tras diversas circunstancias, los pabellones fueron adquiridos por los contratistas Salustiano Mendía y  Ricardo López de Uralde, que encargaron un proyecto para la construcción en las dos naves laterales de unas viviendas económicas al arquitecto Julián de Apraiz que fue aprobado en julio de 1924. Cuando ya se estaban construyendo, presentaron otro proyecto, esta vez de José Luis López de Uralde, para abrir dos calles de acceso a los dos lados del pabellón central que servía de oficinas y la transformación de éste en un hotel (así se conocían en la época a las casas aisladas), lo cual fue aprobado por el Ayuntamiento en julio de 1925.

En marzo de 1927, una vez terminadas las obras de las viviendas de la nave de la parte derecha, se decidió dar el nombre de Ural-Mendi a la calle de acceso a sus portales. El hecho de que en muchas rotulaciones aparezca el nombre unido como Uralmendi da la impresión de que se parezca a un topónimo. Nada más lejos de la realidad. La denominación Ural-Mendi procede del inicio de los dos apellidos de los promotores, Uralde y Mendía.

En junio de dicho año, dichos contratistas solicitaron licencia para que en lugar de las casas proyectadas, en el pabellón de la izquierda se instalase un cuartel para la Guardia Civil, con planos de Julián de Apraiz, siendo aprobada la solicitud. En aquella época el cuartel estaba situado en la plazuela del Hospital, por lo que popularmente todavía hoy en día es conocida esa plazuela como de los guardias. En 1956, se le daría el nombre de Guardia Civil a la calle paralela a la de Ural-Mendi. En la actualidad, tras el traslado del cuartel a Sansomendi, el edificio convenientemente rehabilitado sirve de sede para la Cruz Roja.

En el hotel central, se instaló por el Obispado en el año 1935 una escuela de primera enseñanza a la que se le dio el nombre del entonces Obispo de la diócesis, Mateo Múgica. Al convertirse en nacionales en 1938, se les mudó el nombre por el de Fray Francisco de Vitoria. En una de sus aulas, comenzaron en 1942 a funcionar las Escuelas de Aprendices diocesanas. En la actualidad, el antiguo grupo escolar «Fray Francisco de Vitoria» del barrio del Prado se ha convertido en la sede del sindicato Comisiones Obreras.

 


El Portal de Castilla

May 14, 2009

GUI III-044.01 Portal de Castilla, ca 1911. Autor, E.Guinea. AMVG

Enrique Guinea/Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

 

Portal de Castilla

En el capítulo primero de la Historia civil, eclesiástica, política y legislativa de la M.N. y M.L. Ciudad de Victoria, de Joaquín José de Landazuri, publicada en 1780, podemos leer: «Lo magnífico de los edificios y lo estendido, (sic) y espaciosos de la plaza de esta Ciudad, dan un golpe de vista el mas agradable à quantos entran en ella, especialmente por la parte del camino Real de Castilla, que es la mas frequentada». Así describía la entrada por el actual Portal de Castilla cuando todavía no se había empezado a construir la plaza Nueva ni la Florida. Juan de Arcaya, en el siglo XVII, escribía que en tiempos antiguos había un arrabal desde la plaza mayor hasta el prado en el que se incluía el Monasterio de Religiosas de Santa Clara (que ocupaba parte de las edificaciones de la plaza del General Loma, el Parlamento vasco y parte de la Florida) y el Hospital de la Magdalena y San Lázaro (actual Catedral de María Inmaculada, Madre de la Iglesia). También hacía constar que cuando escribía quedaban muy pocas casas. En 1843, se le dio a ese camino Real el nombre de Portal de Castilla, si bien entre 1887 y 1960, su denominación fue de calle Castilla, prescindiendo del «Portal».

En la fotografía de Enrique Guinea, podemos ver el aspecto que ofrecía esa calle en 1911 con los árboles del parque de la Florida como fondo. En la parte izquierda, podemos ver la barandilla del puente sobre el río Abendaño y a continuación, la caseta de recaudación de los arbitrios municipales. Esa caseta, anteriormente, había estado en el principio de la calle, en la esquina con la actual de Ramón y Cajal. Posteriormente, fue trasladado el pago de los arbitrios al Prado, junto a la esquina con la calle Felicia Olabe.


El Convento de la Inmaculada Concepción

May 14, 2009

ARQ 1724.09(2) Convento de San Antonio, 15.04.1962. Autor, ARQUÉ. AMVG

ARQUE/Archivo Municipal de Vitoria-Gasteiz

 

Plaza General Loma (convento Clarisas)

Si paseamos por la plaza del General Loma y nos fijamos en la entrada del número siete, situada a la parte derecha de la iglesia conocida como de San Antonio, veremos en su parte superior la inscripción «Convento de la Inmaculada» grabada en la piedra. Efectivamente, tanto este convento como la iglesia tienen esa advocación o su sinónima de Purísima Concepción y no la de San Antonio con que habitualmente son distinguidos. Ello se debe a que uno de los siete altares que tiene el templo, además del mayor, está dedicado a San Antonio de Padua, acudiendo a él con especial fervor los vecinos. A ese respecto, el historiador Joaquín José de Landazuri, escribía en 1780: «Esta singular devoción con San Antonio ha ocasionado que sea este Convento más conocido con el nombre de San Antonio que del de la Concepción. Celébrase la Novena de éste con Sermón Panegírico de sus excelencias…»

La licencia para la edificación del convento fue dada por el ayuntamiento en el año 1608. Por diversos  litigios entre frailes sobre quién debía ocupar el convento, éste no fue ocupado por los franciscanos recoletoshasta 1648, a pesar de que las obras habían finalizado en 1623.

Durante el siglo XIX, con sus guerras, el convento fue abandonado por los frailes. En 1834, como consecuencia de la ley desamortizadora del general Mendizábal, fue incautado junto con la iglesia por el Estado, al igual que los demás recintos religiosos, con el fin de ser utilizado para fines militares. Pero al proceder de una herencia, los descendientes hicieron valer sus derechos y el ejército lo siguió utilizándolo, pero pagando un alquiler.

Las Clarisas, establecidas en nuestra ciudad desde 1247, ocupaban un basto terreno que comprendía la calle Becerro de Bengoa, el actual Parlamento y parte de los jardines del parque de la Florida, hasta el banco corrido de piedra. La iglesia, adosada a él, ocupaba parte del triángulo formado por la manzana de casas bordeada por las calles Prado, Becerro de Bengoa y plaza del General Loma. Incautado todo ello por el estado durante la guerra carlista, a su finalización fue comprado por el ayuntamiento en 1841. Denegada la petición de las monjas para que se les devolviera parte del convento, tras diversas vicisitudes, se buscó una solución, adquiriendo el convento de la Inmaculada, conocido como de San Antonio, y cediéndoselo en usufructo. Paralelamente a estos acontecimientos, la Marquesa de Montehermoso cedió en 1851 la iglesia a la ciudad para el culto, con el pago de un pequeño canon en señal de dominio. El convento primitivo fue derribado en 1962, construyéndose uno nuevo, una residencia sacerdotal y unos locales comerciales.